Asalto a la mansión

El camión de mudanzas iba por la ciudad de Moscú, lento pero seguro. Por nada del mundo querría derramar su preciada caja. Si mirásemos con rayos X en su interior, nos sorprenderíamos al encontrar en el lugar unos útiles de mudanza ciertamente extraños. Subfusitles, chalecos de kevlar y cascos con visera se alineaban, sobre los hombres que se sentaban en el interior, a lo largo de las paredes.
Bunker, en un traje negro de combate sin adornos, los miró a todos. Efectivos del Nuevo Sindicato, la élite, lo correspondiente a las tropas de asalto de fuerzas del orden regulares. Todos decididos a luchar por la igualdad en la que creían, por erradicar de la tierra aquellos criminales científicos que habían tomado a los contratistas y dolls como sus juguetes de experimentación. Y eso estaban haciendo.

Los criminales huirían. Pero nosotros les perseguirían. Se fortificarían detrás de paredes y paredes. Pero nosotros las atravesaríamos. Se ocultarían detrás de filas de guardias... Pero nosotros acabaríamos con ellos.

Bunker se apoyó en sus rodillas, en la parte delantera del camión, como si estuviera presidiendo la "reunión". Ese sería el primer trabajo de Arciel, tras su corto entrenamiento, y era un buen momento para ponerla a trabajar.

- Nuestro objetivo, el doctor Sasuke Godoh, trabajó para PANDORA, y por tanto para el Sindicato desde la Heaven's War. No sabemos cómo llegó a formar parte de sus filas ni cuales fueron sus motivaciones, pero eso no es lo que debemos averiguar ahora. Nuestro trabajo es abrirnos paso hasta su residencia y capturarlo o eliminarlo. Sin embargo,- Los miré a todos y cada uno de ellos inquisitivamente.- Se han producido filtraciones y el objetivo conoce nuestros planes, aunque no la fecha en la cual pensamos llevarlos a cabo. Por esta razón se ha fortificado levantando numerosas defensas así como rodeándose de una cantidad ingente de guardias que seguramente nos pongan en aprietos. Sin embargo, no ha dejado la mansión, ya que se siente seguro en su fortaleza y confía en que podrá repelernos. Tenemos que hacerle entender que eso es imposible. Que responderá por sus crímenes, como nos han ordenado. ¿Alguna pregunta?

No podría hacer más que callar. ¿Qué otra cosa habría que hacer? No estaba nerviosa, sino todo lo contrario: estaba pasiva, calmada, tranquila, pero atenta. Había dejado de preguntarme por qué acepté la proposición de Bunker, ya que la respuesta era sumamente fácil, acepté porque prefería sobrevivir a dejarle ventaja a cualquiera para matarme, aunque tampoco tendría mucho que perder, así que…
No había contado los días que habían pasado desde el incidente de la hamburguesería, tampoco lo hago con frecuencia, ya que el paso del tiempo para mí, dejó de existir hace muchos meses y como cabe esperar, es bastante innecesario en muchas ocasiones, es más, el ser humano creó el término ‘tiempo’ para ordenar los cambios que sufría el planeta tras unos de sus giros sobre sí mismo.

Ya conocíamos los detalles, conocíamos la intrusión, pero no al intruso, cosa muy esperada y evidente. La misión parecía sencilla: colarse y capturar o matar… También había que buscar o más bien tener cuidado, porque por otro lado, la posible infiltración puede entorpecernos e incluso retenernos lo suficiente como para que la tarea fracase. No había preguntas que hacer, ni tampoco las esperaba.
Miré al techo, como siempre, pacientemente, esperando, apática, la llegada al punto de inicio. No me paré a pensar en que aquellos trajes de combate como los denominaba Bunker fueran cómodos y a la vez tan extraños. Se pegaban al cuerpo, no había ninguna zona suelta. No pasabas mucho frío al igual que calor… si lo llego a saber antes… tendría mucha menos ropa, que chiste tan fácil y malo. Bajé la mirada y la dirigí hacia Bunker y, como siempre, no sentí nada y eso me gustaba.

Off: Los detalles del atuendo de Arciel no explicados en el post están aquí, en spoilers.

Spoiler:

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Bunker volvió a pasar la mirada por los demás. Soldados... no. Hombres y mujeres libres que arriesgaban su vida por una idea. Por un sueño en el cual Humanos, dolls y contratistas tenían su propio lugar en el mundo, coexistiendo. Un sueño interesante.

El sueño de Ambar.

- Según parece, el enemigo conoce nuestras fuerzas aproximadas. Hoy la mayor parte de contratistas están haciendo misiones en el extranjero, Godoh se confiará. Tenemos que utilizar eso, está seguro de que nadie puede penetrar en su fortaleza, llena de gente armada y de medidas de seguridad. Pero no cuentan con que tenemos a Arciel.- La miró directamente.
- Tú te encargarás de infiltrarte en las profundidades y cortar la corriente, lo que le dejará casi indefenso. Sólo contará con defensas mecánicas y fuerzas armadas para defenderse, y aún así seguramente se creerá que no vamos a conseguirlo.- Señaló a no más de cinco soldados, al lado de Arciel.- Vosotros le abriréis el camino mientras los demás hacemos de señuelo. Recordad, la incursión tiene que ser rápida y silenciosa. Matad a cualquiera que se interponga en vuestro camino con el mínimo ruido.

A continuación señaló a otros cuantos soldados.- Cuando acabemos, necesitaremos un vehículo, además de que no estaría bien que vinieran refuerzos. Os quedaréis en los alrededores de la mansión a la espera para interceptar a los refuerzos.- Y seleccionó otros pocos soldados.- Y vosotros... vosotros vendréis conmigo.

Si miraban por el hueco frente a Bunker en la parte trasera del camión, podrían adivinar que se acercaban, la batalla estaba a punto de comenzar.- Una última cosa.- Dijo Bunker, sacando una foto.- Nuestro objetivo,- se la mostró a todos, que pudieron ver a un hombre de edad indefinida y de pelo blanco, cuyos labios finos y ojos rasgados le daban un aire a una serpiente.- Es este. Hay que capturarle vivo o muerto, pero si os veis en problemas no dudéis en disparar.

Godoh:

Bunker:

[Cinturón tambíen con bolsillos]
Y el transporte por si había alguna duda

Spoiler:

Los datos se aproximaban a la expectativa, ‘'máxima'’ seguridad, según Bunker, aquellos hombres armados salvaguardando a un ser humano que, al parecer, no había hecho cosas nada ‘'buenas’'. Se podría decir que eso era el resumen del trabajo, añadiendo la captura o asesinato en su defecto. Mi posición era sencilla, colarme, cortar la luz y salir. Sencillo. Ahora tocaba ver si de verdad lo era.

No sabía con certeza cuánto camino quedaba. Por supuesto que no estaba impaciente por llegar, sino que lo estaba por ver de qué era capaz una persona por protegerse y tratar de evitar su muerte interponiendo la vida de otros entre su ejecutor y ella. Como mi compañero había dicho, tenía que pagar por sus crímenes, eso si mal no recuerdo se llamaba justicia ¿no? Y, la justicia es darle a cada uno lo merecido según las acciones concebidas a lo largo de su vida o de un periodo de ella, ¿no? Si es así, ¿por qué trataba de salvarse a toda costa? ¿Tanto aprecio le tiene a su investigación o lo que esté haciendo como para apegarse tanto a la vida? No lo comprendía. En otro momento le preguntaría a Bunker.

Se me antojó mirar al resto de la cuadrilla, no reconocía ninguna cara, normal. Quizá me sonara alguno, pero estaba demasiado ocupada pensando en cómo hacerlo que no dispuse a admirar detalles de los presentes, salvo de los que vendrían conmigo. Eso era lo único que me preocupaba, los hombres que vendrían conmigo. Tenía más que claro que yo llevaría la delantera. No llevaba armas, tan sólo varios botes de apenas 6 cm de contenido con un poco de agua y poco más que en ese momento no recordaba. Uní la yema de los dedos y permanecí con la cabeza agachada, ojos cerrados, tratando de idear algo estándar con lo que poder guiarme.

Poco tiempo después, el camión se detuvo.- Bien, el plan es este. Tenéis que localizar los cables que llevan energía a la mansión,- se dirigió al grupo de Arciel- Y cortar la luz, lo que nos dará unos segundos para infiltrarnos nosotros antes de que se encienda el generador de emergencia. Nosotros aprovecharemos ese momento para avanzar lo máximo posible, aprovechando la falta de sistemas de seguridad durante unos cuatro minutos. Después, meteos en la mansión y encontrad el generador usando el mapa que tenemos.- Uno de los agentes sacó un dispositivo con una pantalla táctil mostrándole el mapa a Arciel.- Es fácil que lo tengan custodiado, así que tendréis que luchar. Tú también, te vuelvo a ofrecer esto.- Le mostró un paquete pequeño que, según le había mostrado antes tenía dos carretes de hilo conductor.- Conocí a un contratista parecido que los usaba con bastante maestría. Tú verás si quieres utilizarlos.- Dicho esto, se levantó.- Caballeros. Vamos al ataque.

Respiraba por la nariz, seria y atenta, como siempre y como era de esperar. Ya lo había dicho y pensado antes, parecía sencillo, la custodia del generador y de la corriente principal no me suponía ningún problema, el problema eran las personas que irían conmigo. Me era realmente indiferente que fueran o no contratistas, que hicieran malabares o que fueran muy diestros con las armas; temía que me entorpecieran o retrasaran. Resoplé tras el comentario de Bunker, resultaba tedioso a pesar de que me lo mencionara una vez anterior, sin embargo terminé aceptando su ‘'sugerencia’' de llevar el cable conductor conmigo. No se me había pasado por la cabeza preguntar qué metal era... supongo que ya lo descubriría en otro momento del día.

El plano era simple, como la estructura del edificio, pasillos y habitaciones de relleno, añadiéndole guardias, sistema de seguridad… retrasos, todo retrasos. No suelo ser impaciente pero tampoco me gusta que las cosas vayan muy despacio. El contratista acorazado procedió a levantarse y tan sólo esperé a bajara todo el mundo para hacerlo yo. Era una lástima que tuviera complejo de diva, después de todo, terminé tragándome lo de ser artista. Salí del camión y lo primero que hice fue mirar al grupo que me acompañaría, tenía que memorizar rasgos para evitar confusiones innecesarias.

Aun tenía en las manos los dos carretes de hilo así que los guardé uno en cada bolsillo lateral. Tendría que ir delante, así que eso hice, me adelanté un poco caminando muy cerca del camión, tenía que visualizar la entrada por la que debía proceder y el resto, iría solo.

Los hombres armados empezaron a bajar del camión, en un rincón oscuro a poca distancia de la mansión, ante la cual había dos farolas y cuyas ventanas estaban encendidas.
Los rasgos de los compañeros de Arciel apenas se veían en la noche, pero podía ver, por ejemplo, a un hombre con gafas y barba que seguía la línea de su mandíbula, y otras personas con rasgos también normales, que se estaban colocando los cascos en ese momento.- Recordad que no ha de veros nadie que quede vivo.- Sentenció Bunker.- Hacedlo bien.- Añadió en vez de la típica de "Buena suerte" de los humanos. Bunker no creía en la suerte. Nunca le había salvado mágicamente la vida ninguna suerte.

Según se iba alejando junto a sus hombres, también con un equipamiento similar a los del equipo Arciel pero algo más acorazado (teniendo en cuenta que iban a actuar como tropas de choque), la contratista podía oír a su compañero dictar las órdenes, no demasiado alto.- Esperaremos a que ellos apaguen la luz, y cuando entren a por el generador nosotros entraremos y les daremos algo de distracción. Para entrar y atacar antes de que se restaure la luz con el generador tenemos...

Los cinco soldados, con el de barba a la cabeza, miraron a Arciel. Éste volvió a sacar el mapa táctil, la estructura de la casa era bastante intrincada, con una estancia central de la cual partían todos los pasillos y escaleras, a distintas oficinas, laboratorios y sótanos, como si fuera un pulpo o una araña en las tres dimensiones.

-Bien, nuestros espías solo han conseguido esto, la planta baja, suponemos que el generador está en alguno de los sótanos y la habitación de nuestro objetivo en la planta de arriba. Los cables seguramente llegan por aquí- señaló un lugar de la casa opuesto a donde se encontraban- Pero puede que haya más en el subsuelo por tanto hay que encontrar el punto de entrada a la casa. ¿O tienes algún plan? Eres la que mejor conoce tus poderes, pieza clave en la operación.

Dirigí la mirada al suelo, pensando más que atendiendo. Aunque a decir verdad el hombre de barba recortada tenía razón, tan sólo teníamos el plano de la planta baja, no sería difícil encontrar la entrada al sótano. Los cables bien podían cortarse desde fuera, pero teníamos una gran desventaja si lo hacíamos: el tiempo que se perdería en entrar, avanzar y encontrar la puerta hacia el sótano sería mucho y un desperdicio, además de ser más del doble de esfuerzo y ruido sin necesidad. Así que la luz no la cortaría desde fuera. Miré hacia atrás y volví a dar un repaso visual a los que me acompañaban y decidí que no había porqué esperar más.

-Movámonos entonces.-Concreté al ver la referencia de la posible entrada de cables por el otro lateral de la casa. La primera cosa que debía mirar era si llevaba algo para cortar la protección del cableado si llegaba a hacer falta, en caso de que no, era muy probable que cualquiera de los allí presentes conmigo tuviera algo similar en su equipo y si no, se improvisaba sobre la marcha. Tras dar la orden de movilización, procedí a dirigirme con rapidez y agazapada entre pasos largos, tratando de no tropezarme ni desequilibrarme con mis propias zancadas por debajo de las propias ventanas. A simple vista me parecía algo estúpido, pero la precaución nunca viene mal. Al terminar la pared lateral y encontrarnos con la que supuestamente precedía con la entrada de cables.

-Bien.- Dijo el de barba, e hizo una señal a sus compañeros, que se agazaparon junto al muro externo de la mansión, rodeándola pegados a la pared, precediendo dos a Arciel y sucediéndola los otros 3. el soldado anterior a ella era más delgado, y cuando se volvió para ver que la seguía pudo ver que era una mujer.

- Esta ventana corresponde a un almacén.- Dijo el de barba en silencio señalando a una ventana un poco más arriba sobre sus cabezas, apagada.- Deberíamos poder entrar sin problemas por ahí con un poco de suerte... Los otros empezarán con el ruido dentro de nada.- Dijo, mirando el reloj. Volvió a mirar a Arciel.- ¿Quieres entrar e ir a por el generador? Aunque les hemos dicho de apagar la luz, puedo mandar a dos a que corten los cables, eso nos dará unos minutos para entrar y lo mismo a ellos. ¿Te va bien?



Bunker y sus hombres se apostaron en torno a la entrada principal, antes de la puerta de la mansión en sí había una especie de jardincito, y según parecía, algunos guardias. El contratista, en primera fila, mantuvo la posición, indicándoles que hicieran lo mismo. Tenían que esperar a que los otros empezaran a actuar...

Miraba hacia el frente, pensativa, aunque atenta a lo que me sugerían. Todas las sugerencias eran buenas y válidas, pero seguían con el mismo problema de antes. Retraso. Según teníamos entendido, la casa estaría de seguridad hasta arriba, sin olvidar el factor número, pero no era lo que más me preocupaba en ese momento. Estábamos a unos metros de la entrada trasera de los cables.

La posibilidad de división era relativa, aunque puede que efectiva.
-Debo suponer que sabréis cómo hacerlo, ¿no?.- Era una ‘pequeña’ sugerencia o indirecta de que estaba en acuerdo con aquella estrategia. Cortar los cables, asegurar el generador, buscar el de emergencia y dejar a ambos inservibles. Seguía pareciéndome realmente sencillo.

-Vamos… Quienes vayan a por los cables… aseguraos de cortar por los extremos a cualquier transformador, para que les sea más difícil encontrar y reparar. En el caso de que no haya ningún transformador cerca, simplemente cortad los cables sin pelarlos en los dos casos…- hice una leve pausa dándome cuenta de otro detalle.- O, simplemente, cortad un metro en trozos pequeños y esparcidlos o escondedlos.
Ahora tan solo quedaba mirar si la ventana estaba abierta. En cuanto se fueran, alargaría la mano y lo comprobaría.

Los dos efectivos que iban a por los cables, la mujer y otro hombre que era más o menos de su edad, sonrieron y mostraron un encendedor que brilló ligeramente bajo la luz de la luna.
- Ya sabéis lo que tenéis que hacer.- Dijo el jefe con voz queda.- Id.

Cuando los otros dos desaparecieron, los que quedaban con ella, el jefe y dos soldados más (llamarlos soldados no era muy exacto, más bien eran "guerrilleros" o "agentes", aunque con todo ese equipamiento podrían pasar por soldados perfectamente) comenzaron a prepararlo todo para entrar por la ventana. El jefe, con la barba, se inclinó junto con Arciel, señalando el mapa con el dedo.- Por aquí entraremos,- Dijo en susurros, como se hacía toda su comunicación.- y aquí están las escaleras. iremos delante y uno cubriendo la retaguardia, pero aún así estate alerta. Tenemos unos cuantos minutos hasta que cambie el control, ya sabes. Tu misión es llegar al sótano, al generador. Esa es tu prioridad.

***

En ese momento, las luces se apagaron y en la mansión se empezaron a oír voces. Bunker asintió, y, sin perder un solo segundo, entró con sus hombres al lugar, avanzando con su coraza cubriéndole el tronco mientras sus compañeros atacaban a los guardias. Era el momento.

En el otro lado, las luces se apagaron, y un instante después, se empezaron a oír tiros. La refriega había comenzado. - Vamos, vamos!- dijo el jefe mientras uno de los soldados precedía a la contratista subiendo la ventana por la cuerda con nudos que habían instalado.