En la boca del lobo

- Así que se ha encontrado otro cadáver de la mafia... Interesante.- El "afamado" detective Gai Kurasawa leía el periódico, con un cigarrillo en la mano, cuando su ayudante, Kayanuma, apareció por la puerta, abatida. - ¿Qué, todavía no hay ningún caso para que podamos volver a pagar la suscripción? Esto es muy injusto... Me he quedado sin anime por tu culpa, so vago!
- Calla, niña, ¿no ves que intento resolver un misterio de verdad? Ya son por lo menos diez los mafiosos que ese extraño asesino ha matado en este mes...- Kiko le arrancó el periódico de las manos.- ¿Quieres dejar esas cosas a la policía de verdad y dedicarte a buscar casos para nosotros? ¡Que hace días que no veo ningún cliente!- Gai se cruzó de brazos.- Ya podrías hacer algo tú también, que te pasas el día fuera y sólo vuelves para quejarte, tabla de planchar. Y el gran detective Kurasawa Gai se dedica a los casos verdaderamente artísticos.- Oye, no te pases... Eso es acoso sabes? Aunque también tienes razón... Los cadáveres parecían recubiertos de una sustancia plateada... ¿Tú crees que les han puesto papel de plata por encima?- Dijo la pelirosa cogiendo de nuevo el periódico y leyendo. Gai sonrió condescendientemente.- No seas tonta, las víctimas estaba paralizadas y recubiertas de metal...- Su cara se iluminó siniestramente como alumbrada por una linterna.- Esto es obra de los contratistas.- Terminó provocando un escalofrío en su joven ayudante.- N-no digas bobadas, ¿Por qué va a hacer un contratista todo eso? Los contratistas son todos de agencias secretas y eso... ¿Por qué iban a querer asesinar a líderes Yakuza?
- Podrían habérselo ordenado... No, sin embargo lo que no me hace pensar en que hayan sido contratistas es que es algo demasiado obvio. Los contratistas son secretos, ¿no? Imaginate si se descubriera que algún famoso es contratista... le lincharían, jejeje...-

Kiko se cruzó de brazos.- Vamos jefe, esto es serio. Los contratistas no se pueden tomar a broma, sobre todo con las protestas que está habiendo... Al venir me encontré con otra manifestación.

Gai se acercó a ella con una sonrisa pícara.- ¿Te imaginas que viniese un contratista aquí a pedirnos que investigáramos algo?- Kiko contuvo el escalofrío que le atravesó la columna.- N-no digas bobadas, ¿cómo va a venir aquí un contratista? ellos están en las agencias secretas y esas cosas... ¿no?- Sin embargo, las palabras se le helaron en la boca con el sonido del timbre.
contratistas...crímenes en Tokyo... Las palabras se cruzaban en su mente mientras imaginaban quién podría aparecer por la puerta en un momento así.- Ve tú... - No, ve tú, que te pasas el día fuera...- Pero tú eres el jefe!- Su intercambio de impresiones entre susurros se vio interrumpido por una voz masculina, la de la persona que tocaba en la puerta seguramente.- ¿Hola? ¿Es aquí la agencia de detectives Kurasawa? Me gustaría encargarle encontrar a alguien...- Los dos se miraron.- les pagaré por adelantado.- Al oír las palabras mágicas Gai, haciendo alarde de valentía, se elevó sobre sus talones.

- Perdón por la mascarilla.- Dijo el chico que parecía el mayor, de pelo y ojos negros y rasgos ligeramente asiáticos.- Tengo alergia al tabaco.- Kiko, que estaba mirando embobada al otro, que parecía su hermano pequeño y tenía un uniforme escolar, miró a Gai acusadoramente, y éste se rascó la nuca con expresión de disculpa y apagó el cigarro apresuradamente.

Zero continuó hablando. - Me han dicho que usted podrían ayudarnos, hay una persona que se ha perdido en Tokyo y quiero encontrarla.- Dijo el mayor, sonriendo con los ojos.- ¿Perdido?- Sí, es mi... nuestra hermana. Tiene como unos 17 años, es rubia y eso... - Entiendo...- Dijo Gai. Así que hay que buscar a una persona desaparecida, ¿eh? ¡Has dado con el hombre adecuado, amigo! La agencia de detectives Kurasawa encontrará- por un módico precio- a quien buscas, ¡Vamos a ello!- Se levantó decidido pero después volvió a sentarse.- Hum, ¿no tendrías que darme datos o esas cosas?- La mirada de su ayudante se clavó en él como un cuchillo mientras el chico asentía riendo.
- Verá, mi hermano pequeño- Señaló a Hoshi- Y yo estamos muy preocupados.- Kiko miró de nuevo al chico, desde luego que no era muy expresivo.